viernes, 27 de marzo de 2009

Momentos Pendientes

Es curioso como el ser humano tiene que vivir casi una vida para ubicar todas las cosas en su justa perspectiva. Es en la madurez de nuestras vidas cuando el verdadero sentido de nuestras acciones toman vida y no solo eso se aplican a torturarnos una y otra vez, todos nuestros aciertos y errores danzan de manera bizarra ante nuestros ojos como burlándose de nuestra ingenuidad.

En algún momento de mi alocada juventud, desee con todas mis ganas una marido con el que compartir mi vida, alguien que se convirtiera en testigo fiel de mi existencia; años después no veo el momento de sacármelo de encima… no a atestiguado nada, por que para èl soy un espiral, una carretera llena de curvas peligrosas que bien puede ocupar el lugar de su madre, que el de la secretaria o el de su amante en la cama. Es solo una rémora energética que me absorbe todo lo que tengo para ofrecer y me desaparece de la faz de este planeta marchitándome día a día.

En algún momento de mi plan de vida me perdí por completo, me uní a una idea que no era la mía y me coloque voluntariamente en el segundo lugar de la lista de necesidades de nadie.

Tomar la decisión de caminar en solitario es tan difícil como volver a respirar, sobretodo después de tantos años.

Hoy estoy lista para cerrar ciclos, lista para emprender nuevos retos. Tal vez debí comenzar hace quince años, pero creo que no lo hubiera disfrutado y sobre todo no lo hubiera valorado como lo hago hoy.

Tuve un tiempo tanta prisa por experimentar que me olvide de vivir. Este es el momento de acabar con todos mis momentos pendientes. Hoy me amo mas que nunca y me siento fuerte a pesar de lo inestable que se vuelve mi camino.